I. La situación actual
II. Visualización en tiempo real
III. Impresoras 3D
IV. Realidad aumentada y realidad virtual
V. ¿Y qué pasa con el BIM?
VI. Imágenes 3D
Una vez que conocemos las diferentes corrientes tecnológicas que en breve comenzarán a competir cara a cara con la forma “tradicional” de infoarquitectura, voy a entrar en detalle en ellas una a una.
Como ya mencionaba, se está empezando a ver como cierta parte del software destinado en un primer momento a la creación y desarrollo de videojuegos está llegando a un nivel de definición lo suficientemente importante para tenerlo en cuenta a la hora de mostrar proyectos arquitectónicos con la máxima calidad. Si no me creéis, la empresa sueca Quixel ha sacado varios programas de optimización de texturas y modelos en tiempo real con una calidad nunca vista.
¿Qué significa esto de la visualización en tiempo real? Pues básicamente que no hace falta renderizar, lo que puede ahorrar mucho tiempo de trabajo. Con las técnicas actuales puedes estar hasta varias horas desde que pulsas el botón hasta que la imagen termina de salir. Si tienes que realizar varias, calculad. Sin embargo, la mayor ventaja está en la realización de vídeos, animaciones o recorridos virtuales, que naturalmente se componen de una serie de frames (imágenes) que hay que renderizar uno por uno. Puedes estar, literalmente, días o semanas esperando. Con estos programas no.
Otra ventaja secundaria es que ves en pantalla exactamente como queda la imagen ya que la va generando según la vas haciendo. A los usuarios de Sketchup no les estoy contando nada nuevo, pero el nivel de calidad de este software es mucho mayor.
Programas como Unity, destinado sobre todo a juegos para móviles, u otros de un nivel más alto como Unreal Engine o CryEngine, con los que se crean los juegos de última generación, llegan cada vez a más público gracias a que son (en parte) gratuitos o de precio reducido (acaba de salir la nueva versión de Unreal Engine a 20 €, o 20 €/mes si quieres recibir actualizaciones, menos de una décima parte que la nueva política de alquiler de 3DS Max), las interfaces son más sencillas que antes y, sobre todo, a las ventajas comentadas.
El primer vídeo que veis a continuación está realizado a partir de un archivo de ejemplo en Unreal Engine (subido a YouTube por Evenios) y el segundo es mio, Architecture, con 3ds Max. No es un problema de calidad, es que el primero tardó en salir unos minutos (ponedle 1 hora, más luego la edición) y el segundo tardó en salir de mi ordenador más de 1 mes (una vez más, sin contar edición y montaje). La ventaja es evidente: se puede entregar al cliente el trabajo terminado en tiempo récord.
Pero seguro que os aburro con cuestiones técnicas, ¿Cuales son las ventajas para mostrar espacios? La primera, puedes enseñar el modelo directamente a los clientes y, como estos programas están pensados para videojuegos, te puedes mover por ellos libremente como si de uno se tratase, con calidad hiperrealista. Todo ello nos lleva a una experiencia mucho más inmersiva donde el cliente puede controlar y recorrer los espacios que se le proponen de forma sencilla, lo que genera un interés aún mayor. Es una herramienta que que funciona por sí sola, con las consiguientes ventajas como elemento publicitario. Además, siempre puedes ponerte a hacer juegos.
Sin embargo no todo el monte es orégano, como dicen, y entre los inconvenientes hay algunos importantes: muchos de estos programas requieren en algún punto de ciertos conocimientos de programación de los que te puedes librar pero a costa de no utilizar todo el potencial a tu disposición. Sus interfaces no son aún muy intuitivas, en general son difíciles de manejar y aún no están al nivel adecuado para competir en igualdad de condiciones, ya que muchos ordenadores no tienen aún suficiente potencia para manejar escenas de gran detalle.
Para rematar, modelar en muchos de ellos es complicado o inviable por el momento, asique al final tenemos que adquirir un programa de modelado de todas formas (Aunque creo que el Sketchup Make, gratuito, es una buena opción).
Por último, comentaros que esta opción viene muy de la mano de los sistemas de realidad virtual como Oculus Rift, recientemente comprado por Facebook, del que hablaré más adelante.
Mi conclusión es que en mi opinión aún le quedan un par de años a esta tecnología para destacar, pero sin duda lo hará. El mundo de los videojuegos, siempre vinculado al 3D con gran fuerza, parece que será el encargado de traernos las herramientas de visualización arquitectónica del futuro. Ya veremos.
En breve la siguiente parte, donde hablaré sobre las impresoras 3D. Si os ha gustado, dadle aquí al “me gusta” y compartidlo en vuestras redes para que más gente pueda leerlo, ¡gracias!
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María Victoria (jueves, 10 abril 2014 16:03)
Mil gracias, y más gracias. Fenomenal artículo!