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El futuro del render: III. Impresoras 3D


I. La situación actual
II. Visualización en tiempo real
III. Impresoras 3D
IV. Realidad aumentada y realidad virtual
V. ¿Y qué pasa con el BIM?
VI. Imágenes 3D

Continuamos con la serie de posts sobre las nuevas tecnologías que están llegando o ya han llegado y que pueden ser alternativas a los modos actuales de inforquitectura. Después de ver como funcionan y las características de los programas de visualización en tiempo real, originarios de los videojuegos, esta vez es el turno de la que puede ser una de las mayores revoluciones tecnológicas de los últimos tiempos.

Seguro que no puedo contaros mucho más sobre las impresoras 3D que no hayáis visto ya en blogs de tecnología o en noticias especializadas. Parece que este tipo de impresoras nos van a invadir y van a ocupar cada rincón de nuestras vidas: construirán edificios, nos darán órganos extra, comida y un largo etcétera.

 

Independientemente de este futuro apocalíptico en el que los robots nos invaden, el estado actual de las impresoras 3D nos plantea un futuro interesante a los que nos dedicamos a la infoarquitectura, gracias a la posibilidad de unir nuestros conocimientos de modelado con la posibilidad de realizar y entregar maquetas físicas a nuestros clientes, uniendo las dos disciplinas.

Para quien aún no sepan como funcionan, un resumen básico es el siguiente: se realiza un modelo 3D de la figura que se quiere imprimir y se manda a la impresora, que la va sacando superponiendo capas de material. Este material y las capacidades concretas dependen de cada modelo de impresora. Las hay ya que son capaces de replicarse a sí mismas, ya que con ellas se pueden imprimir piezas idénticas a las que la componen.

 

Impresora 3D madrid
Imagen de blog.engeneral.net

Es decir, podemos sacar maquetas reales de modelos tridimensionales, otro uso más para las técnicas de modelado para infoarquitectura que realizo habitualmente. Esta forma de trabajar tiene varias ventajas, aunque supongo que todos las imaginaréis. La primera es que las maquetas físicas siempre son más agradables de manejar y más fáciles de revisar que un modelo en un ordenador, siempre está bien tener algo real en nuestras manos entre tanta nueva tecnología. Por otro lado, con una impresora de este tipo se pueden realizar prototipos funcionales y series de elementos que podemos utilizar tanto para comprobar si algo funciona como para enseñar a un posible cliente o inversor. En estos casos, como veis, me muevo más en el diseño industrial o mecánico más que en arquitectura, donde también tiene sus utilidades prácticas.

 

Además, como es un modelo de negocio en expansión en varios campos, es de suponer que empezarán a aparecer materiales y formas de imprimir en 3D más avanzadas, que permitan la construcción real de objetos y no solo su prototipado. Como aún es incipiente, es buen momento para aprender como funciona para estar preparado el día que este cambio ocurra, si lo hace.  

 

Self-replicant 3D printer
Impresora 3D en 3D, utilizada para replicar impresoras 3D... ¿Os ha explotado el cerebro ya? Imagen sacada de http://habrahabr.ru/post/136340/ (no conozco la fuente)

Por el momento, por supuesto, también tiene sus inconvenientes. El primero es que para vistas interiores las maquetas físicas son poco útiles comparado con un render, una animación o una vista en 360º. Por otro lado, sigue siendo una tecnología cara, aunque ha bajado sensiblemente de precio los últimos años. De hecho, las impresoras 3D son bastante más antiguas de lo que se piensa, llevan con nosotros algunas décadas ya, solo que ahora es cuando se han adaptado a un ambiente más doméstico y de pequeña empresa.

 

Hay que tener en cuenta también que hay lugares donde no podemos enseñar o presentar una maqueta física como en carteles, paneles para concursos y similares, donde una imagen 3D lleva menos tiempo de realización que el modelado, la impresión y el sacarle fotos a la maqueta resultante, algo por cierto bastante redundante. En estos casos la realidad aumentada puede ser una buena alternativa y hablaremos de ella en la siguiente parte del artículo, con la ventaja añadida de poder utilizar más texturas y materiales que en un modelo impreso.

En conclusión, de todas las tecnologías incipientes la impresora 3D es la que tiene más opciones de llegar lejos, porque no solo presenta nuevas oportunidades al sector de la infoarquitectura sino que está implementándose en muchos otros campos, y todos ellos necesitarán modelos tridimensionales. Para mostrar proyectos de arquitectura o interiorismo, sin embargo, sus usos son bastante limitados aún.

 

¿Qué usos creeis que serán los que realmente impulsen a las impresoras 3D? Podeis dejar un comentario por aquí, me encantaría leer vuestras opiniones. También podéis compartirlo en vuestras redes. Nos vemos en el siguiente artículo. Saludos!

 

Por Pablo A. Martín


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