Pablo A. Martín
Seguro que a estas alturas la mayoría de vosotros ya conocéis las ventajas que supone tener buenas imágenes 3D de vuestros proyectos, ya sea para enseñárselos al cliente final o para comenzar un proceso de venta. Varias veces he intentado dejar claro también que no solo es cuestión de contar con infoarquitectura fiel al proyecto, sino que sepa también transmitir sensaciones. Es igual que en el trabajo de proyectar en arquitectura o diseño de interiores: no se trata solo de realizar espacios acordes adecuados para vivir o trabajar, sino que tienen que ser “algo más” que hagan que la persona que los vaya a usar se enamore de ellos.
Sin embargo, a la hora de contratar la realización de unas buenas imágenes 3D suele ser recomendable tener ciertas cosas en cuenta, ya que cada vez tengo más claro que, cuanto mejor sea
el punto de inicio, mejor es el resultado final. Esto por supuesto vale también para aquellos de vosotros que realicéis los renders por vuestra cuenta o en vuestro estudio, aunque con
las obvias diferencias. Me centraré, de todas formas, en los casos de outsourcing. Empezamos, pues:
1.- Ten claro qué quieres que se muestre o el objetivo final de las imágenes
Por mucho que la técnica sea prácticamente la misma, no es lo mismo una imagen fotorrealista para un catálogo que un boceto 3D
para explicar una idea. Todos entendemos la diferencia, está claro. Pero cuando nos metemos en detalle es cuando hay que definir mejor qué es lo que se quiere ¿Algo más atmosférico, para crear
más sensaciones y dejar claro lo bien que vas a vivir en ese proyecto, con una puesta de sol perfecta, una tumbona en la terraza, o crees que es mejor algo más neutro y explicativo para dar a
entender de una forma más racional los acabados, materiales o tamaños de estancias?
2.- ¿Hasta qué punto vas a dejar el diseño a manos del profesional 3D?
Esto es un tema desgraciadamente muy común y del que ya he hablado en otros artículos. Lo importante es saber que no todos los profesionales 3D tienen conocimientos de diseño y que, incluso los que sí los tienen no tienen porqué ajustarse a vuestros gustos. Aquí como siempre, es dejar las cosas en manos de otro porque conocéis su solvencia o porque tenéis claro que es mejor así, no por dejadez o por preferir que el trabajo lo hagan otros. Si la carta de presentación de tu proyecto va a ser el render, tendrás que asegurarte de que la impresión que da sea la adecuada ¿verdad?
Dicho esto, comentar que en varias ocasiones se me ha pedido que, además de los 3D, realice tareas de diseño. Pero dicho específicamente, como parte independiente del encargo, que es como hay que hacerlo. Hay una diferencia fundamental entre:
-Quiero que me hagas unos render interiores.
-Ok, ¿Qué mobiliario pongo?.
-No se, el que tú veas que quede mejor.
Y este otro:
-Quiero que hagas un diseño básico de como puede quedar esto, para mostrárselos al cliente con unos 3D.
-Ok, ¿Qué tipo de diseño se busca?.
-Vamos mañana a medir el local y lo hablamos.
Al final el trabajo es casi el mismo, pero el resultado y la satisfacción ni de lejos. Hay veces además que por pedirlo de la primera forma uno piensa que se ahorra dinero, pero en realidad solo está pidiendo un trabajo de peor calidad. Que en algunos casos puede valer, no digo que no, pero hay que tenerlo claro.
3.- Información y detalles suficientes
Aquí si que se puede ahorrar uno dinero. Para asegurarte que la imagen 3D coincide exactamente con lo que te habías imaginado, cuanta más información proporciones mejor, lo que además ayuda a que los tiempos de realización sean más cortos y se requieran menos cambios.
También hay que tener en cuenta el momento del proyecto en el que pretendes que se realicen los 3D: si te queda por decidir algún acabado concreto, no hay mucho problema, pero si aún estás dudando dónde poner la habitación y de qué tamaño, a lo mejor aún no es el momento. En general, aquí tenéis una lista rápida:
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Planos, con plantas, alzados y alguna sección, si es necesario.
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Lista de materiales (interiores y exteriores).
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Localización exacta del proyecto, para ver la orientación (y por donde puede entrar la luz) y por si se ve lo que hay a
través de las ventanas.
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Mobiliario seleccionado, si procede. No tiene porqué ser superespecífico, con marca y modelo, pero al menos un
“sofá de tres plazas beige con orejas” y “alfombra de 2x2 metros de colores claros”, consigue que no entremos en los temas hablados en el punto anterior.
- Opcional: Plano de iluminación, para que no tengamos que inventarnos la posición de las lámparas
En general, cuanta más información específica se pueda ofrecer, más rápido y fácil será el trabajo a realizar y más fiel el
resultado.
¿Quieres saber más?, Entra aquí: Modificaciones y política de cambios en infoarquitectura
4.- Referencias visuales
Esto es una pequeña ampliación a lo que cuento en el punto anterior. Por un lado, con referencias nos podemos referir al estilo visual que queréis que tenga la imagen (más realista o conceptual, más atmosférica, nivel de detalle, aspecto de dibujo, etc)
Pero también nos podemos referir a tener unas imágenes de referencia respecto a la paleta de colores a utilizar en el proyecto, algunas texturas que muestren la rugosidad de la fachada o del tono de la madera, cosas así ayudan mucho con poco esfuerzo. Con dos o tres imágenes básicas puede ser suficiente para dar un empujón extra a la calidad del trabajo bajando además el tiempo de entrega.
5.- Dar un buen feedback
Cuando nos lleguen las primeras imágenes de prueba (draft render), se suelen obviar algunos aspectos debido a que, como es natural, aún no están terminadas. Sin embargo, es importante dejar claro todo aquello que en un futuro puede ser discordante. Si la luz te parece demasiado fuerte, dilo sin dudar.
Lo más importante, sin embargo, es que ese feedback se de de una forma que pueda ser útil al profesional que esté realizando las imágenes.
-Perdona, ¿Tienes hora?
-Sí
¿Y bien? No es una respuesta que nos parezca agradable, además de muy poco útil. Algo similar pasa con los correos del tipo “no me gusta esa mesa”. Bien, se agradece la información pero poco se puede hacer si no se da algún dato sobre la mesa que se quiere.
Por ultimo, siempre viene genial que se devuelvan las imágenes con las correcciones pintadas encima, aunque sea con paint en un par de minutos.
Si aún con este feedback no consigues buenos resultados, es que tienes que revisar el siguiente punto.
6.- Elige a la persona correcta
No, no voy a decir que me elijáis a mí porque yo lo valgo ;). Dependiendo del trabajo a hacer y del objetivo a conseguir, es bueno que el profesional que vaya a realizar el trabajo tenga conocimientos no sólo de 3D sino también de algo relacionado con el proyecto: conocimientos de arquitectura, de diseño de interiores, de fotografía, construcción, publicidad, etc. Según lo que más nos interese.
Esto es especialmente delicado cuando la información que vamos a dar es limitada o necesitamos que además de realizar renders meta la mano en asuntos de diseño o de publicidad.
7.- Deja claro el nivel de implicación
He tenido clientes que me llaman, me dan la información, me dejan a mi aire y yo decido desde dónde se hacen las vistas y cómo. Luego, he tenido otros que están pendientes y encima en todos los momentos, decidiendo por mí hasta el más mínimo detalle.
Cada uno tenemos nuestras exigencias, nuestra forma de trabajar y nuestras necesidades, no hay problema, pero viene bien saber desde un principio el punto de implicación que necesitamos, para que el infógrafo sepa que tiene que ir dando updates de su trabajo cada poco tiempo y consultado las decisiones importante, o no.
Quizá a muchos esto os parezca de poca relevancia pero imaginaos el caso contrario: alguien que quiere que les estemos enviando cosas cada poco tiempo y preguntando dudas, si no lo hacemos, pensará que no estamos trabajando y se pondrá nervioso. Por el contrario, alguien que no quiere que le estemos molestando continuamente con nuestras dudas, si lo hacemos pensará que no sabemos hacer nuestro trabajo solos.
Por hoy nada más. Ahora os toca a vosotros ¿Qué esperáis de alguien que os realiza una imagen 3D, queréis saber de él cada poco tiempo o que aparezca solo cuando tenga algo para enseñar?, ¿que realice el trabajo con menos información para poder empezar antes, aunque luego vaya a tardar más, o mejor esperar al último momento para tenerlo todo listo y que sea lo más rápido posible?
Un saludo y gracias por leer!
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Luis Miguel (domingo, 20 septiembre 2015 18:35)
Hola Pablo,
Me ha gustado tu reflexión sobre la contratación de un profesional para renders, no sé si ya tienen nombre o no. Ciertamente muchas veces los clientes pueden llegar a pensar que en la cabeza del diseñador ocurren "cosas" que no saben muy bien qué, pero que dan como resultado algo sorprendente... y sí, hay clientes que solo esperan el resultado final y otros que desean implicarse en el proyecto y en cada momento.
Un saludo,
Luis M. Ballesteros
José Zúñiga (jueves, 15 septiembre 2016 16:50)
Hola Pablo, muchas gracias por tu publicación. Desde Chile un abrazo afectuoso. Sigo siempre tus temas.