Aunque normalmente los trabajos 3D se modelan de cero, hay ocasiones en las que es mejor integrar un modelo de un edificio o elemento concreto dentro de una fotografía. Las razones más comunes son estas tres:

• El cliente lo quiere así porque la propiedad lo entiende mejor o, incluso, lo ha pedido también así (ayuntamientos, etc)
• Casi siempre es más económico en casos de poca cantidad de render: es más rápido realizar solo 3D del elemento e integrarlo, si solo se va a hacer una o dos veces, que modelar también el entorno. En casos de varios renders, deja de ser rentable, aunque depende también de cada caso en concreto.
• El realismo es mayor, al menos en el entorno, aunque se requiere trabajo extra en la integración para igualar las condiciones lumínicas y de color.

Lo mejor para estos casos es contar con un buen fotógrafo (ya sea por cuenta del cliente o por la nuestra) que haga unas fotografías del lugar lo suficientemente atractivas como para que luego el render luzca bien, pero como verá en muchos de los ejemplos a continuación, se puede hacer hasta con una imagen de Google Street View.